Asturian@s de AviLéS...

Hace unos años, haciendo un tramo del Camino del Norte y Primitivo en una semana santa, paramos en Avilés. Siempre lo teníamos de paso, ahora tocaba parar para descansar de la priemra etapa,  además Viri nos había hablado de la ciudad afirmando que nos iba a gustar. Y tanto...

Avilés  desde fuera y por su pasado, parece una ciudad industrial, gris, triste y en decadencia, pero una vez que uno entra en ella descubre un casco histórico increible.

La mejor forma de recorrer Avilés es a patas, es muy cómoda y muy peatonal. La calle Rivero y Galiana son famosas por sus soportales que antiguamente se usaban para la venta en los días de mercado y que ahora están plagados de locales de tapeo, restaurantes, sidrerías y chigres.

Barrios, plazas, palacios, parques e iglesias llenan rincones muy visitables  con mucho encanto.

Pero en los últimos año, la recuperación ambiental de su ría con paseos y elementos arquitectónicos modernos como el Centro Neimeyer han promovido una transformación de la ciudad, sin evitar un debate sobre ello, pero sin perder la esencia de la ciudad

La semana santa se celebra por todo lo alto. Pero no todo son procesiones. La fiesta del Bolo, comida comunitaria, o el concurso de tapas de cofracías son algunas de las ofertas para estas minivacaciones. 

A nosotros nos coincidió con un "santo jueves" muy especial. Tapeamos por los soportales y nos fuimos de cañas.

                            

En la  calle del Sol descubrimos un local sin querer, al que volvemos siempre que nos dejamos caer en Avilés: EL CAFETÓN. Donde es costumbre que en el jueves santo el dúo Santo Jueves de un concierto. Son dos tipos muy especiales, que recuerdan a la Mandragora de Sabina, Krahe y Alberto Pérez

Por mucho que os hable del Santo Jueves, es mejor que lo veais y escucheis por vosotr@s mism@s. Asturianos de Avilés una versión reggae de Andaluces de Jaén de Miguel Hernandez popularizado por grupos como Jarcha o Paco Ibañez o Vida secreta, dos de sus grandes éxitos se han convertido en clásicos para llevar en nuestros viajes. 

En fin, que cada semana santa se nos pasa la idea de peregrinar a Avilés y este año no toca, pero quizás en el último momento nos puedan las ganas.