Costeando y descubriendo playas.


Al final, en estos días de vacaciones no hicimos ninguno de los planes que teníamos. Arrancamos el jueves con Quique, Pili y  su perro Marley cara a Costa da Morte y teníamos unos días por delante para disfrutar del mar y quizás practicar algo de surf.
La primera parada fue Carnota y su super playa. Ya habíamos estado allí en febrero, pero ahora hacía solete y queríamos disfrutarlo. Agua transparente aunque helada, arena fina y tranquilidad



Al atardecer empezaba a refrescar y decidimos irnos hacia otra zona más recogida, el Puerto del Mar de Lira. Unas cervecitas, charloteo y la noche se nos echó encima. Preparamos la cena en pleno puerto, ventajas de tener amigos con furgoneta y encontrar a otro con autocaravana. Un lujo incomparable. Cenar al aire libre y la cama muy cerquita, por no mencionar el desayuno a la orilla del mar. Que pena de lotería!!!!

                        

Al día siguiente arrancamos cara a Fervenza do Ézaro. Como siempre un puro espectáculo. 




Dimos un paseito y subimos con el coche hacia el mirador, pero había algo de niebla así que las vistas que nos esperábamos no fueron estas...


A un paso estaba Fisterra y ¿cómo no parar en el fin del mundo? El cielo seguía nublado pero disfrutamos igual de esta esquinita de Galicia. Foteamos un poco y quizás esta sea la mejor foto de la escapadita, aunque seguro que Quique no opina lo mismo ;)


Para comer encontramos un sitio tranquilo, encima de la playa de San Roque. Además descubrimos por casualidad que allí está el famoso local Tira do Cordel  a pié de playa. No ibamos a comer allí por el precio y por estar a tope, pero un vinito no estaría mal.


Después de un paseo por la playa algo abrigados, seguimos rumbo a Muxía. Hacía algo de pelete pero estar al borde del mar disfrutando de las olas rompiendo, valía la pena.

  


Un ratito aquí y nos fuimos a buscar la  playa de Nemiña. Que forma parte del circuito nacional y autonómico de padelboard y longboard.



Teníamos más días, pero nuestro coche empezó a fallar y además teníamos familiares de Madrid que estaban muy cerca de casa y queríamos verlos, así que tocó volver.

2 días sin horarios, de paseos, playa, juegos con Marley y charloteo. Una santa semana que tendríamos que tener una vez al mes :)


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