OpOrTo, unha cidade caendo!!!

Si cualquiera da una vuelta por Oporto, sobre todo por la zona vieja pensará que es sucio y que se está cayendo a cachos...quizás con razón, pero a mi, me encanta.

Es la segunda ciudad más importante de Portugal después de Lisboa. Desde lejos, Porto (como se dice Oporto en portugués) parece un montón de tejados rojos a diferentes niveles hasta llegar al Duero, y es desde allí,  donde se puede tener una de las mejores panorámicas de la ciudad. El muelle,  la zona llamada Cais de Ribeira es el lugar más pintoresco de Oporto por sus casas con la ropa tendida a secar y donde domina la silueta del puente metálico de Luis I. 

Existe una gran cantidad de ofertas de travesias por el Duero por diferentes navieras que ofrecen un tour de una hora, incluso existe la posibilidad de hacerlo por la noche, con cena incluida.

 

Oporto es escalonada y en cuesta. Para conocerla lo mejor es caminarla y disfrutar a cada paso, con auténtico encanto entre sus calles viejas, algo sucias, calles adoquinadas, paredes desconchadas y caminos y callejones empinados y casi laberínticos.  Oporto es una sorpresa y una mezcla entre pasado y nostalgia mezclada con la modernidad. El Casco Viejo, la Torre dos Clérigos, Praça da Batalha y el Mercado do Bolhao merecen una visita. Aunque ya digo, que sólo pasear por Oporto llena de asombro!!

                    

Al otro lado del río, ya no es Oporto sino Vilanova de Gaia, se encuentran las bodegas de vino de Oporto. Un vino dulce que se consigue gracias al aguardiente que se le añade para interrumpir la fermentación. Muchas bodegas se pueden visitar con guía. Nosotros fuimos a Ramos Pintos.

Tal vez sea el aire de decadencia de la ciudad, no sé. O el contraste entre barrios señoriales y calles viejas. El caso es que no es una ciudad perfecta, quizás por ello tenga su encanto .