Desde la azotea de La PeDrErA.
Es una de las estampas más típicas de Barcelona, la Casa Milá o mas conocida como la Pedrera. El edificio en sí es increíble, tanto por dentro como por fuera, como todo Gaudí. Pero subir a su azotea y rodearse de gigantes y misteriosas chimeneas mientras se ve el horizonte, no tiene precio.
La Pedrera fue la última obra civil que hizo Gaudí antes de construir la Sagrada Familia. Actualmente vive gente en ella y se mantiene abierta al público la azotea y el desván donde hay una exposición sobre el arquitecto, así como un piso que recrea una casa de la época.
Cualquiera de las exposiciones merecen mucho la pena, pero la perla de la visita a la casa es subir a la azotea. La vista del patio interior del edificio nos da una idea de dónde estamos.
Pero después de mirar desde arriba hacia dentro, toca mirar hacia fuera. La azotea está rodeada de escaleras, chimeneas y torres de ventilación que dan la sensación de ser unas esculturas al aire libre.
Gaudí, una vez más impresiona. Pasar tiempo disfrutando de su azotea es un lujo, y tener de fondo la Sagrada Familia, más.
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